El artista
¿Por qué los artistas dibujan o pintan? ¿Por qué los músicos tocan o los compositores componen? Para cualquiera con una inclinación artística fuerte estas no son siquiera preguntas – la respuesta es tan obvia: la gente creativa simplemente tiene que hacerlo porque es parte de quienes son. Es un impulso irresistible e innegable y no requiere una razón de ser; es lo que el arte y la creatividad exigen. Es la expresión exterior de quien es el artista.
El mejor artista
Si podemos relacionarnos con esta inclinación artística (incluso si no la tenemos nosotros mismos) entonces quizás podemos empezar a agarrar alguna de las razones que tuvo Dios para crear el mundo y la escala de Su arte. Para ser un ser tan creativo ¿cómo es que no va a crear? Es un hecho interesante que en la Biblia Hebrea (el Antiguo Testamento) el verbo “crear” es usado muchas veces, pero siempre con Dios como su sujeto solamente. Es como si la creatividad definiera quien es El. En contraste, tan creativos como los seres humanos sin duda son, sus esfuerzos creativos tienden más a la reorganización de objetos pre-hechos en comparación con la creatividad real de Dios. El mundo entero – desde la inmensidad e las galaxias hasta las maravillas de cada cerebro humano – no es otra cosa que la expresión de quien es El.
En el libro de Salmos – una colección de 150 poemas y canciones que se encuentra en medio del Antiguo Testamento – se expande en este tema:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios,
Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Un día emite palabra a otro día,
Y una noche a otra noche declara sabiduría…
Por toda la tierra salió su voz,
Y hasta el extremo del mundo sus palabras”
(Salmo 19:1,2,4)
El trabajo creativo de Dios es descrito como un acto de comunicación de su parte – un mensaje de auto expresión que habla sobre quien es El. La creación es como un libro cuyo mensaje de dios podemos “leer” sin importar que idioma sea el que hablamos. Hay momento en los que, como creaturas, tan solo necesitamos ir “allá afuera” al increíble mundo que El ha hecho, y sentir la admiración y el asombro de el como un amanera para acercarnos más a El y escuchar lo que tiene que decir.
Carácter y relaciones
Hay también otras maneras que nos pueden ayudar a tratar de entender el propósito de Dios en la creación. Una es pensar en el carácter de Dios o personalidad. Hay un pasaje fascinante de la Biblia en el que Dios describe que tipo de Dios es El. Comienza así:
“¡Jehová! ¡Jehová! Fuerte, misericordioso y piadoso; tardo para la ira y grande en misericordia y verdad; que guarda misericordia a millares, que perdona la iniquidad, la rebelión y el pecado…”
(Éxodo 34:6,7)
El pasaje sigue para hablar de otros aspectos del carácter de Dios como sus estándares y su juicio que son igualmente importantes, pero por ahora quedémonos solo con lo que tenemos hasta aquí. Si esta propuesta es cierta – que Dios realmente es un Dios de misericordia y bondad amorosa – entonces esto tiene unas implicaciones tremendas. Cada una de estas cualidades son atributos relacionables – es decir, involucran a otras personas y necesitan relaciones. No puedes amar o ser misericordioso encerrándote en una habitación y escondiéndote; no puedes mostrar perdón y bondad amorosa en una aspiradora – necesitas de otra gente para poder mostrar todas estas cualidades; necesitas relaciones. Solo entonces podrán cobrar vida cada uno de estos atributos.
Esto quiere decir que Dios fue obligado – si nos atrevemos a usar ese término hablando de El – a crear el mundo (y en particular a crear los seres humanos) para poder darle un sentido completo a quien El realmente es.
Un mundo que parece perfectamente apropiado para los seres humanos con cualidades emocionales, espirituales, estéticas y relacionables para que pudieran interactuar con El, es exactamente el tipo de mundo que esperaríamos si Dios es el Dios que la Biblia dice que es. La creación entera y en particular nuestra parte en ella como seres humanos, es la expresión natural del carácter Dios y quizás la única manera en la que El puede ser quien verdaderamente es.
Un mensaje más grande
Esperaríamos que un Dios como este no se conformaría meramente con crear el mundo, si no que también lo cuidaría e interactuaría con el. Sería completamente falso a si carácter poner el universo en movimiento como un tipo de juguete de cuerda gigante y después simplemente mirar y esperar a mientras su futuro se desarrolla. El cuadro que la Biblia presenta es de un Dios que está íntimamente involucrado, incluso, en las aventuras de la historia humana y llevándolos a una gran conclusión.
Ni Dios ha concluido su comunicación con nosotros solo por virtud del mundo físico que ha creado. No tendría sentido crear seres humanos que lo reflejan en cierta medida solo para dejarlos valerse por si mismos sin Su participación – ¡no si en primer lugar todo el punto de crearlos era habilitar dichas relaciones! Esperaríamos que interactuara y esperaríamos que se comunicara.
No hace falta decir que los seres humanos tienen un deseo casi insaciable de comunicarse entre ellos. Cuando nuestras herramientas regulares de comunicación como los ojos y los oídos, se dañan de alguna manera, (ya sea por un accidente o herida) llegamos a medidas increíbles para encontrar soluciones para poder seguir comunicándonos. La comunicación parece ser fundamental a quienes somos – simplemente tenemos que hacerlo; es parte de lo que nos hace humanos.
¿Qué pensamiento el de Dios? Nuestro reflejo de El hasta ahora ha traído a la luz Su genio de creatividad y Su costo artístico. Lo hemos visto como ha gran fuente, la mente que nuestras mentes reflejan de manera tan imperfecta. Si estamos hechos a Su imagen como parece ser el caso y si la comunicación y las relaciones son tan intrínsecas a quienes somos, ¿no haría sentido que estas capacidades reflejaran las de El?
De hecho, lo hacen. El mismo tipo de Dios que requerimos para explicar el universo es precisamente el tipo de Dios que tendría algo para decirnos y que querría involucrarse. Es cuestión de lógica que un Dios así hubiera hablado. ¿pero en dónde podemos encontrar más acerca de todo esto? Si hace sentido para Dios el involucrarse con Su creación, ¿cómo podemos saber más sobre estos involucramientos y sobre lo que su plan último realmente trata? Ahí es en dónde la maravillosa historia de la Biblia entra.